¿Qué son las regletas o dominós eléctricos y para qué sirven?

21 oct. 2025

¿Qué son las regletas o dominós eléctricos y para qué sirven?

Las regletas de conexión, también conocidas coloquialmente como “dominós” eléctricos o clemas, son dispositivos esenciales en cualquier instalación eléctrica. Su función principal es unir de forma segura dos o más cables conductores, garantizando conexiones fiables y protegidas. Estas piezas resultan familiares para electricistas tanto principiantes como veteranos, ya que sustituyen los antiguos empalmes con cinta aislante por un método mucho más seguro y profesional.

En este artículo didáctico y profesional exploraremos en detalle qué son las regletas eléctricas, los tipos que existen, de qué materiales están fabricadas, cómo se utilizan correctamente, sus ventajas, la normativa aplicable y consejos prácticos de instalación. También veremos ejemplos de aplicaciones comunes en entornos residenciales e industriales para comprender su importancia en el día a día de las instalaciones eléctricas.

Definición: ¿Qué es una regleta o “dominó” eléctrico?

Una regleta eléctrica de conexión es un tipo de conector eléctrico compuesto por una parte interna metálica (generalmente de latón u otro metal conductor) y un cuerpo aislante exterior de material no conductor (plástico o cerámico). Presenta una serie de orificios o bornes donde se introducen los extremos pelados de los cables, y unos tornillos que, al apretarse, sujetan firmemente los conductores contra el metal, asegurando el contacto eléctrico. En esencia, la regleta actúa como un “puente” que permite enlazar eléctricamente dos cables o más de forma ordenada y segura.

Cada módulo de una regleta suele permitir conectar al menos dos cables (uno en cada extremo del borne interno), aunque a veces se pueden insertar dos cables juntos en el mismo lado si el diámetro lo permite. Las regletas vienen típicamente en tiras de varios bornes (habitualmente 10 o 12 módulos unidos en hilera). El electricista puede cortar o seccionar la tira para obtener el número de conexiones necesario para su trabajo. Esta presentación en tira da origen al nombre “regleta”. Por su parte, el término “dominó” proviene de la apariencia de cada módulo, similar a una ficha de dominó, y es un apelativo común entre profesionales para referirse a estos conectores.

Conviene señalar que no debemos confundir estas regletas de conexión con las “bases múltiples (regletas de enchufes) usadas para conectar varios aparatos a la red. Los dominós eléctricos de los que hablamos aquí son componentes para empalmar cables dentro de instalaciones eléctricas, no dispositivos con enchufes múltiples. Su propósito es más técnico: garantizar la continuidad eléctrica en derivaciones, empalmes o ramificaciones de cables, evitando las uniones inseguras. Gracias a las clemas o regletas, se reducen riesgos de cortocircuitos, sobrecalentamientos y descargas, manteniendo la instalación organizada por polos (fase, neutro, tierra) y permitiendo un mantenimiento más sencillo.

Tipos de regletas eléctricas

En el mercado existe una variedad de tipos de regletas eléctricas para adaptarse a distintas necesidades. A continuación, describimos los más habituales:

  • Regletas de tornillo tradicionales: Son las más comunes. Consisten en bloques alargados de material aislante (plástico o cerámico) con múltiples bornes metálicos internos. Cada borne tiene dos tornillos opuestos que aprisionan los cables introducidos. Estas son las clásicas “fichas de dominó” de las instalaciones, muy versátiles y disponibles en distintos tamaños según la sección de cable (por ejemplo, regletas desde 2.5 mm² hasta 35 mm² o más, con capacidades de corriente que van desde unos 10-16 A en las pequeñas hasta más de 100 A en las de mayor tamaño). Son ideales para la mayoría de empalmes en viviendas y también se usan en entornos industriales con cables de gran calibre. Existen modelos “sin patas” (simples, que quedan sueltas dentro de una caja de conexión) y modelos “con patas” o aletas, que incorporan orificios para atornillar la regleta a una superficie o chasis, proporcionando una fijación más firme.
  • Regletas de conexión rápida (clemas sin tornillo): En años recientes se han popularizado los conectores rápidos de resorte o de palanca, conocidos por marcas como Wago, entre otras. Estos dispositivos cumplen la misma función (unir cables) pero no utilizan tornillos: en su lugar emplean muelles internos o pequeñas palancas que aprisionan el cable al insertarlo. Suelen venir en bloques compactos de 2, 3 o más entradas para conectar varios conductores a la vez. La principal ventaja es la rapidez y facilidad de uso, ya que basta con insertar el cable pelado (y bajar la palanca si la hay) para que quede fijado. Además, son más pequeños y ocupan menos espacio dentro de las cajas de empalme, haciendo más cómodo el cableado y permitiendo conexiones más rápidas que con las fichas de dominó convencionales. Este tipo de clemas rápidas es muy usado en instalaciones residenciales modernas para conexiones de iluminación, mecanismos, etc., por la reducción de tiempo de montaje y la seguridad de sujeción que ofrecen.
  • Regletas “volantes” o enchufables: Son regletas de conexión modulares diseñadas para usos específicos. Por ejemplo, algunas regletas pequeñas transparentes se emplean para luminarias o aparatos portátiles; suelen tener pocos polos (2 o 3) y están dimensionadas para corrientes bajas (p. ej., 3A, 6A, 10A) y secciones de cable menores. A veces se les llama “volantes” porque no van fijadas, sino que quedan libres uniendo cables de un punto a otro (por ejemplo, conectar un flexo o una lámpara de pie de forma desmontable). Suelen llevar tornillos imperdibles y cuerpo transparente o translúcido para ver el correcto asiento del cable. Otro caso de regletas especiales son las de tipo enchufable para circuito impreso o las clemas de paso, aunque estas últimas se usan más en electrónica o conexiones a placas.
  • Borneras para carril DIN: Si bien estrictamente no se llaman “regletas” ni “dominós”, vale mencionar las borneras modulares que se montan sobre carril DIN en cuadros eléctricos. Son ampliamente usadas en instalaciones industriales y paneles de control, permitiendo ordenar numerosas conexiones de forma profesional. Cada borna DIN conecta cables mediante tornillo o resorte, similar a los sistemas descritos, pero montadas en un riel metálico. Ofrecen identificadores de polos y accesorios (puentes, separadores) para grandes proyectos. En esencia cumplen la misma función de enlazar conductores, pero orientadas a cuadros complejos. En instalaciones industriales exigentes, a menudo se opta por bornes DIN por su fijación robusta y facilidad de identificación, mientras que en pequeñas derivaciones o reparaciones se siguen usando las regletas de tornillo tradicionales por su simplicidad.
  • Regletas cerámicas de alta temperatura: Son una variante de las regletas de tornillo, donde el cuerpo aislante en vez de plástico es de cerámica. Están pensadas para entornos de muy alta temperatura (por ejemplo, conexiones de hornos, calefactores o maquinaria industrial caliente) donde un plástico común se derretiría. La cerámica soporta temperaturas extremas (el aislante cerámico suele aguantar del orden de 800 °C). Internamente llevan bornes de latón niquelado y tornillos de acero galvanizado, similares a las regletas estándar. Su color suele ser blanco y externamente pueden parecerse a una regleta normal, aunque suelen venir en formatos de 2 o 3 polos por bloque en vez de tiras largas. Estas regletas cerámicas garantizan conexiones seguras en aparatos o instalaciones donde se genera mucho calor, sin que el material aislante se degrade.

Como se observa en la imagen anterior, una regleta estándar de tornillo está formada por una fila de módulos repetitivos. Cada módulo contiene un manguito metálico interno (el borne) y dos tornillos: apretando los tornillos se sujeta el cable introducido por cada lado del manguito. Estas regletas vienen en distintos tamaños y colores; las más comunes son de plástico blanco o negro, fabricadas en materiales autoextinguibles de alta resistencia mecánica (por ejemplo, polipropileno o poliamida 6.6). Existen incluso versiones transparentes para ver la inserción del conductor. Los tamaños se definen por la sección máxima de cable que admiten: típicamente encontramos regletas de 2.5 mm², 4 mm², 6 mm², 10 mm², 16 mm², 25 mm², 35 mm², etc., cada una con su correspondiente capacidad de corriente (por ejemplo, ~24A para 4 mm², ~32A para 6 mm², ~76A para 16 mm², ~100A para 25 mm², ~125A para 35 mm², según fabricante). De este modo, siempre hay que elegir una regleta cuyas especificaciones igualen o superen la corriente y calibre del circuito donde se va a emplear.

En la imagen anterior vemos un ejemplo de regletas cerámicas de 3 polos. Su construcción en cerámica les permite soportar temperaturas muy elevadas sin perder sus propiedades aislantes. Este tipo de dominó se usa cuando el calor o condiciones exigentes harían inseguro el uso de una regleta plástica convencional. Por lo demás, el principio de conexión es el mismo: bornes metálicos internos y tornillos de presión para fijar los cables. Como contrapartida, las regletas cerámicas suelen ser más frágiles a los golpes (la cerámica puede astillarse) y algo más costosas, por lo que solo se emplean donde realmente es necesario.

Materiales de fabricación de las regletas

Como hemos adelantado, las regletas pueden estar hechas de distintos materiales en su parte aislante, lo cual influye en sus propiedades de resistencia, uso y normativa:

  • Plásticos aislantes: La gran mayoría de regletas utilizan plásticos técnicos como el PVC autoextinguible, la poliamida 6.6 o el polipropileno como material del cuerpo aislante. Estos polímeros están formulados para resistir bien el calor (por ejemplo, con puntos de fusión altos y comportamientos autoextinguibles para no propagar llama) y ofrecen buena rigidez dieléctrica. La poliamida (nylon) es muy resistente mecánicamente y al desgaste, mientras que el polipropileno tiene excelente aislamiento y puede venir en versiones libre de halógenos. Muchos fabricantes especifican la clasificación de flamabilidad según UL94 (por ejemplo V2 o V0) para indicar el grado de autoextinción del material plástico. Además, los plásticos actuales para uso eléctrico suelen cumplir normas ambientales como RoHS, garantizando que están libres de sustancias peligrosas (como plomo, mercurio, etc.). Los colores habituales son blanco, negro o transparente, aunque existen regletas en otros colores para identificar polos (por ejemplo, algunas regletas de tierra son verdes o amarillas, y ciertas borneras de neutro son azules en cuadros de distribución).
  • Componentes metálicos internos: El elemento conductor dentro de la regleta suele ser de latón (cobre con zinc) u otra aleación de cobre, por su alta conductividad eléctrica y resistencia a la corrosión. A menudo estas piezas van niqueladas o estañadas para mejorar la resistencia al óxido. Los tornillos que aprietan los cables suelen ser de acero galvanizado o pavonado, diseñados para soportar múltiples aprietes sin barrer la rosca. Algunos modelos de alta calidad incluyen tornillos con cabeza combinada (plana y estrella) para facilitar el apriete con distintas herramientas, e incluso tornillos imperdibles (diseñados para que no se caigan del borne al aflojarlos completamente). Todo el conjunto metálico está pensado para ofrecer la máxima conductividad y durabilidad de la unión eléctrica.
  • Materiales cerámicos: En las regletas especiales para alta temperatura, el cuerpo aislante es de cerámica (porcelana o esteatita de alta calidad). La cerámica es un excelente aislante eléctrico y soporta calor extremo sin quemarse ni deformarse (soporta varios cientos de grados, incluso hasta ~800 °C en algunos diseños. Internamente, las piezas metálicas en estas regletas suelen ser similares a las de las versiones plásticas: latón niquelado para los bornes y tornillos de acero. El color típico es blanco crema. Cabe mencionar que la cerámica, a diferencia de los plásticos, no es autoextinguible simplemente porque no arde, lo cual es una ventaja en términos de seguridad contra incendios en entornos caloríficos.

En resumen, los materiales de las regletas están cuidadosamente seleccionados para brindar aislamiento, resistencia al calor y solidez mecánica. Siempre es recomendable adquirir regletas de fabricantes reconocidos que certifiquen la calidad de sus materiales (por ejemplo, indicando que son libres de halógenos, autoextinguibles y con conductores metálicos de calidad). Esto asegura conexiones más seguras y longevas, algo fundamental en cualquier instalación eléctrica.

¿Cómo se utilizan? Paso a paso para conectar cables con una regleta

La utilización de una regleta de conexión es bastante sencilla, pero conviene seguir una serie de pasos y buenas prácticas para garantizar una unión segura:

  1. Cortar la corriente: Antes de manipular cualquier cable, asegúrate de desenergizar el circuito en el que vas a trabajar. Desconecta el suministro o baja el interruptor correspondiente en el cuadro eléctrico. Nunca hagas empalmes con tensión presente por seguridad.
  2. Preparar los cables: Pela los extremos de los cables que vas a unir, quitando aproximadamente 5 a 10 mm de aislante (según el tamaño de la regleta y las recomendaciones del fabricante). Debes dejar al descubierto suficiente conductor para que haga buen contacto dentro del borne, pero no tanto como para que quede mucho metal sobresaliendo fuera de la regleta una vez conectado.
  3. Introducir los cables en la regleta: Afloja con un destornillador el tornillo del borne donde conectarás el cable (no es necesario sacar el tornillo por completo, solo aflojarlo lo suficiente para que el conductor entre cómodamente). Inserta el cable pelado en el orificio del borne. Aquí puedes optar por dos métodos según la situación:
    • Si vas a unir dos cables en el mismo borne (por ejemplo, empalmar dos tramos de un mismo conductor): una opción es insertar un cable por cada lado de la regleta (uno por cada extremo del manguito metálico interno), de modo que queden enfrentados. Luego aprieta ambos tornillos, cada uno sujetando un cable. La otra opción, si la sección lo permite, es juntar ambos cables por el mismo lado: puedes trenzar ligeramente los hilos de cobre de ambos (en caso de cables flexibles) y meterlos juntos en el mismo orificio, apretando un solo tornillo que sujete los dos. Esta última técnica se usa a veces para ahorrar espacio, pero se debe hacer con precaución para que ambos conductores queden bien prensados bajo el tornillo. En general, es preferible la primera opción (un cable por cada lado) cuando sea posible, pues cada cable queda sujeto por su propio tornillo.
    • Si vas a conectar más de dos cables (ejemplo: derivar un circuito uniendo tres conductores de fase), necesitarás utilizar más de un borne de la regleta. Lo habitual es conectar dos cables en un borne y el tercero en el borne contiguo, luego puentear estos dos bornes con un pequeño trozo de cable. De esta forma, los tres cables quedan eléctricamente unidos (los dos primeros directamente, el tercero a través del puente). Existe un límite práctico de cuántos cables se pueden agrupar así; para múltiples derivaciones quizá convenga usar un repartidor de bornes o una bornera específica en vez de muchas clemas en cascada.
  4. Apretar los tornillos firmemente: Una vez colocados los cables en sus respectivos orificios, aprieta los tornillos de la regleta con el destornillador adecuado. Debes ejercer una presión firme para que el metal del tornillo aprisione bien el conductor, logrando una unión sólida. Ten cuidado de no excederte en la fuerza al apretar; algunos fabricantes indican el par de apriete recomendado (por ejemplo, 0.8 Nm, 1.2 Nm, etc., según el tamaño de la clema). Si aprietas demasiado podrías cortar hilos del cable (en conductores flexibles) o dañar la rosca/tornillo. Un apriete correcto es aquel en el que el cable no se mueve en absoluto tirando moderadamente de él, pero sin llegar a aplastarlo o espachurrarlo en exceso.
  5. Verificar la conexión: Tras apretar, da un pequeño tirón a cada cable para comprobar que está bien sujeto y no se sale. Verifica también visualmente que no haya hilos sueltos asomando fuera de la regleta que pudieran causar un cortocircuito con otro conductor o con partes metálicas cercanas. Si todo está correcto, procede a aislar o resguardar la regleta dentro de una caja de conexiones o envolvente apropiada.

Siguiendo estos pasos, habrás realizado un empalme seguro con una regleta. Recuerda que es fundamental que todos los cables que conectes juntos correspondan al mismo circuito y función (no mezclar fase de un circuito con fase de otro, etc.), y preferiblemente que sean del mismo tipo y sección. Por ejemplo, no conviene poner en el mismo borne un cable rígido y otro flexible de diámetros muy diferentes, ya que el tornillo podría no agarrar bien el más delgado provocando falsos contactos o calentamientos. Si se hace imprescindible mezclar distintos tipos (por ejemplo, cable sólido con cable trenzado), asegúrate de que queden firmemente sujetos; usar punteras o férulas en cables flexibles ayuda a mejorar la sujeción bajo tornillo.

Consejos de instalación y mejores prácticas

Además del procedimiento básico, ten en cuenta estos consejos para una instalación óptima con regletas:

  • Utiliza cajas de conexión: Nunca dejes una regleta al aire libre o colgando sin protección. Todas las uniones deben resguardarse dentro de una caja de empalmes, caja de mecanismo, caja de registro o envolvente adecuada. Esto no solo protege las conexiones de toques accidentales, sino que cumple la normativa (el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión exige que los empalmes queden accesibles y protegidos dentro de cajas). Elige cajas de tamaño suficiente para alojar las regletas sin forzar los cables.
  • No sobrecargues la regleta: Respeta la intensidad máxima para la que está diseñada. Si una regleta pequeña está indicada para 16A, no la uses en un circuito de 25A, ya que podría calentarse en exceso. De igual modo, emplea el calibre de cable adecuado en cada borne: por ejemplo, no intentes meter un cable de 6 mm² en una regleta de máx. 4 mm², porque no cabrá bien o forzarás el tornillo. Consulta las especificaciones del fabricante si tienes duda; suelen venir impresas en el propio producto (p. ej. “450V 24A 4mm²” etc.).
  • Asegura y fija las regletas con patas: Si dispones de regletas con aletas de fijación (agujeros para tornillo), atorníllalas a una superficie firme (una pared de la caja de conexiones, un panel de montaje, etc.). Esto evita que con tirones o movimientos de los cables la conexión se afloje. En entornos con vibraciones (por ejemplo máquinas industriales), es especialmente importante fijar las regletas y revisar periódicamente el apriete de los tornillos, ya que la vibración puede aflojarlos con el tiempo.
  • Mantén el orden y la identificación: Organiza los cables por polos usando regletas separadas para fase, neutro y tierra cuando corresponda. Es decir, no mezcles en un mismo bloque cables de distinta naturaleza. Un truco común en cajas de registro es usar una regleta para juntar todos los neutros del circuito, otra para las fases retornadas de iluminación, etc., lo cual facilita luego identificar conexiones. Si la regleta no es de color diferenciable, puedes etiquetarla o usar un tramo de cinta de color para marcar, por ejemplo, cuál es la de fase y cuál la de neutro.
  • Considera conectores rápidos en lugares estrechos: Si dispones de poco espacio en una caja, valora el uso de clemas de conexión rápida a presión en lugar de regletas de tornillo voluminosas. Los conectores tipo Wago ocupan menos espacio y facilitan el cableado en cajas abarrotadas. Eso sí, asegúrate de que sean de calidad certificada y de capacidad adecuada para la corriente del circuito.
  • No reutilices regletas dañadas: Si al hacer una reforma o reparación encuentras regletas antiguas quemadas, agrietadas o con tornillos pasados de rosca, reemplázalas por unas nuevas. El coste es muy bajo y te evitas problemas futuros. Igualmente, nunca uses una sección de regleta que tenga el borne metálico flojo o bailando dentro del plástico, pues podría provocar mal contacto.
  • Aprieta nuevamente tras un tiempo: Es buena práctica, especialmente en circuitos de mucha carga (ejemplo, cocina, calefacción) o en ambientes con vibraciones, revisar y re-apretar ligeramente los tornillos de las regletas al cabo de unos meses de funcionamiento. A veces el cobre puede deformarse un poco con los ciclos de carga y temperatura, y un repaso de apriete asegura que todo siga firme. Obviamente, hacer esto siempre con el circuito desconectado previamente.

Siguiendo estos consejos, tus conexiones con dominós eléctricos serán seguras, duraderas y conformes a las buenas prácticas profesionales. Recuerda que una conexión mal hecha (tornillo flojo, cable mal pelado, etc.) puede derivar en calentamientos o fallos intermitentes que luego son difíciles de localizar. Dedica el tiempo necesario a conectar correctamente cada cable: es tiempo bien invertido en la fiabilidad de la instalación.

Normativa aplicable a las regletas eléctricas

Las regletas de conexión, al ser material eléctrico, están sujetas a diversas normativas y estándares de seguridad. A continuación, resumimos los puntos clave:

  • Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT): En España, el REBT (Real Decreto 842/2002) establece las condiciones técnicas y de seguridad en las instalaciones eléctricas de baja tensión. Si bien no menciona “regletas” explícitamente, sí obliga a que todas las conexiones se realicen con materiales apropiados y seguros, dentro de envolventes adecuados. Por ejemplo, las Instrucciones Técnicas Complementarias del REBT indican que los empalmes deben hacerse en cajas de registro y usando dispositivos que aseguren la firmeza y conductividad de la conexión. En la práctica, esto significa que está totalmente prohibido hacer empalmes “en el aire” o simplemente torciendo cables con cinta; se deben emplear clemas, bornes o dispositivos de conexión homologados. Un instalador autorizado siempre usará regletas o bornes equivalentes para cumplir con esta normativa y garantizar la seguridad de la instalación.
  • Directiva de Baja Tensión 2014/35/UE: Es la directiva europea que aplica a la comercialización de material eléctrico destinado a usarse en ciertos rangos de voltaje (entre 50V y 1000V en CA, por ejemplo). Las regletas entran en este ámbito, por lo que para ser vendidas en la UE deben cumplir con los requisitos esenciales de seguridad de esta directiva. El cumplimiento se demuestra con el marcado CE en el producto. Los fabricantes como Solera certifican que sus regletas de conexión cumplen la 2014/35/UE (lo indican en sus fichas técnicas). En términos prácticos, esto asegura que el diseño aislante, los materiales y la construcción de la regleta han superado ensayos de seguridad eléctrica (tensión soportada, corriente, inflamabilidad, etc.). Siempre verifica que las regletas que compres tengan el símbolo CE estampado, señal de que cumplen con la normativa europea.
  • Normas UNE e IEC específicas: Las regletas y bornes de conexión suelen estar diseñados conforme a normas técnicas internacionales. Una de ellas es la UNE-EN 60998 (equivalente IEC 60998), que trata sobre “Dispositivos de conexión para circuitos eléctricos domésticos y análogos”. Esta norma establece requisitos de construcción, ensayos de calentamiento, resistencia de aislamiento, sujeción de conductores, etc. Por ejemplo, gran parte de las regletas estándares cumplen la UNE-EN 60998-1 (requisitos generales) y UNE-EN 60998-2-1 (requisitos particulares para bornes de tornillo). Otra norma aplicable puede ser la UNE-EN 60947 para bornes de instalaciones industriales (borneras). Aunque como usuario final no necesitas memorizar estas referencias, sí es útil saber que un producto que indica conformidad con UNE o IEC específicas ha pasado pruebas de laboratorio que avalan su seguridad y prestaciones.
  • Marcados adicionales: Además del marcado CE, es frecuente ver en las regletas otros símbolos o certificaciones: por ejemplo, el logo de VDE (certificación alemana de calidad eléctrica), indicaciones de rango de temperatura (e.g., -40°C a +80°C), logo RoHS (libre de sustancias peligrosas), e incluso “libre de halógenos”. Este último aspecto es importante en ciertas instalaciones (por ejemplo, edificios públicos, industrias alimentarias, etc.) donde se exige material libre de halógenos por normativa contra incendios – en caso de fuego, un plástico sin halógenos no emite gases tóxicos corrosivos. Muchos fabricantes ofrecen líneas “halogen free”. Verificar estos marcados te permite escoger la regleta más adecuada y segura para cada aplicación.

En conclusión, siempre utiliza dispositivos de conexión que estén homologados y cumplan con la normativa vigente. Esto no solo es una exigencia legal sino, sobre todo, una garantía de seguridad. Las regletas de fabricantes reconocidos, como la gama de regletas de conexión de Solera, cumplen con todas estas normativas y directivas, asegurando al profesional que puede confiar en ellas para sus instalaciones.

Aplicaciones comunes en instalaciones residenciales e industriales

Las regletas o dominós eléctricos se utilizan en una multitud de aplicaciones prácticas. Veamos algunos ejemplos típicos tanto en entornos domésticos/terciarios como en entornos industriales:

  • Empalmes en cajas de registro (viviendas): En instalaciones domésticas es muy común encontrar regletas dentro de las cajas de registro o empalme. Allí conectan los cables de distintos circuitos: por ejemplo, unen la fase que viene desde el cuadro eléctrico con las fases que van a luces o enchufes, enlazan neutros de distintas ramas, etc. Gracias a las regletas, cada derivación se realiza de forma ordenada. Un caso concreto es el empalme de los cables de un punto de luz: en el techo, los cables del portalámparas se conectan a los del circuito mediante pequeñas regletas (muchas lámparas vienen con sus propias clemas de conexión para facilitar esta tarea). También en cajas de mecanismos (detrás de interruptores y enchufes) a veces se usan miniregletas para conectar más de un cable al borne de un mecanismo cuando hay derivaciones.
  • Instalación de luminarias y aparatos: Cuando instalamos, por ejemplo, un ventilador de techo, una lámpara colgante, un aplique de pared o incluso electrodomésticos empotrados, suele ser necesario empalmar los cables de la red con los del equipo. Para ello se utilizan dominós. Muchos equipos traen ya una regleta incorporada en su base para hacer la conexión (sobre todo luminarias). En caso contrario, el electricista añade una regleta pequeña de 2 o 3 bornes para enlazar fase, neutro y tierra del aparato a la línea fija. Esto permite después desmontar el aparato con facilidad si es necesario, simplemente desatornillando esas conexiones.
  • Proyectos de bricolaje y reparaciones: Fuera del tendido fijo de la vivienda, las regletas son populares en proyectos caseros: por ejemplo, para alargar un cable de lámpara, reparar un alargador, conectar un timbre, etc. Son una solución muy socorrida porque no requieren soldaduras ni herramientas especiales más allá de un destornillador. Cualquier empalme temporal pero seguro que se necesite hacer (por ejemplo, probar un aparato) suele resolverse con una regleta a mano.
  • Cuadros eléctricos sencillos: En pequeños cuadros o cajas de conexiones industriales, donde no se justifica instalar un carril DIN con bornes, a veces se usan regletas tradicionales para repartir neutros o fases. Por ejemplo, en un cuadro de riego de jardín de una vivienda, se pueden ver regletas uniendo todos los neutros de las electroválvulas, o juntando varios cables de fase controlada. Otro ejemplo: en instalaciones temporales de obra o stands, se emplean regletas dentro de cajas estancas para repartir la alimentación hacia varios cables.
  • Máquinas e instalaciones industriales: En la industria es más común ver bornes modulare en carril, pero también se emplean regletas de tornillo, sobre todo en conexiones de potencia o empalmes de cables gruesos donde quizás un borne modular no es suficiente. Por ejemplo, conectar un motor o resistencia de gran potencia a la línea de alimentación puede requerir regletas de gran calibre (35 mm² o más) que admiten altas corrientes. Estas regletas industriales, como las que ofrece Solera para cables hasta 35 mm² y 125A, suelen montarse en cajas o armarios cerca del equipo para empalmar cables de forma robusta. Asimismo, en instalaciones industriales antiguas o reparaciones rápidas, el electricista puede recurrir a regletas para empalmes provisionales o para conectar equipos de forma rápida.
  • Aplicaciones de alta temperatura: En fábricas, cocinas industriales, hornos, estufas eléctricas o alumbrado público a veces se instalan regletas cerámicas donde las temperaturas superan los límites del plástico. Un ejemplo típico es la conexión de resistencias o lámparas halógenas dentro de un horno o de una farola: se usan dominós cerámicos para empalmar el cableado resistente al calor de estos equipos. Sin ellos, un empalme con material plástico se carbonizaría rápidamente por el calor. Estas regletas garantizan continuidad eléctrica incluso en condiciones extremas.

Como vemos, las regletas tienen un campo de uso amplísimo, presente desde la más pequeña reparación en casa hasta la gran industria. Su facilidad de uso y versatilidad las hacen indispensables en la labor cotidiana de los electricistas. Por supuesto, no son la única solución de conexión (también existen soldaduras, conectores crimpados, bloques de distribución, etc.), pero pocas opciones ofrecen la combinación de rapidez, reutilización y economía que brinda la clásica regleta de tornillo.

Conclusiones

En conclusión, las regletas o dominós eléctricos son pequeños componentes que juegan un papel fundamental en la seguridad y eficacia de las instalaciones eléctricas. Nos permiten realizar empalmes y derivaciones de manera profesional, segura y conforme a la normativa, evitando las improvisaciones peligrosas. Hemos revisado qué son estos dispositivos, sus tipos (desde las tradicionales de tornillo hasta las modernas clemas de palanca), los materiales con que se fabrican, su modo de uso correcto y las ventajas que aportan en comparación con otras técnicas de conexión. También enfatizamos la importancia de elegir productos de calidad – las regletas deben soportar la corriente, fijar bien el cable y aislar adecuadamente – y de seguir buenas prácticas en su instalación (caja de registro, apriete correcto, etc.).

Para electricistas novatos, una regleta es a menudo uno de los primeros materiales con los que se familiarizan, dado que aparece en prácticamente cualquier proyecto eléctrico básico. Para los electricistas veteranos, las clemas siguen siendo aliadas confiables que resuelven rápidamente la necesidad de unir cables. En cualquier caso, es importante no subestimarlas: una instalación bien hecha cuida cada conexión por pequeña que sea. Por ello, utilizar elementos de conexión de buena calidad y respetar las normas de seguridad es imprescindible para lograr un resultado profesional y duradero.

Esperamos que este recorrido detallado sobre las regletas eléctricas haya sido útil tanto para entusiastas que se inician en el mundo de la electricidad como para profesionales que buscan recordar conceptos clave o conocer las últimas tendencias (como las clemas rápidas). Las regletas de conexión son un ejemplo perfecto de cómo un componente sencillo, bien utilizado, marca la diferencia en la seguridad de nuestras instalaciones eléctricas. ¡No dudes en seguir aprendiendo y consultando recursos técnicos para cada proyecto, la electricidad segura siempre es fruto del conocimiento y la precaución!